En 2013 la US-FDA aprobó el uso de la colagenasa (CCH) para su tratamiento. La colagenasa es una enzima que rompe los enlaces peptídicos del colágeno, pero estudios médicos demostraron que la eficacia se limitaba a una corrección del 33% de la curvatura del pene. En 2013, el Dr. Martínez-Salamanca (España) realizó un estudio hospitalario con el aparato de tracción peneana Andropeyronie para tratar la enfermedad de Peyronie en fase aguda, consiguiendo una corrección del 60% de la curvatura con desaparición ecográfica de las placas en el 48% de los pacientes. En 2015, la Asociación Americana de Urología recomienda tratar la enfermedad de Peyronie con terapia combinada de colagenasa y «remodelación» del pene. La remodelación de la placa de Peyronie se realiza estirando el pene con ejercicios manuales o aplicando una fuerza suave y progresiva durante unas horas al día con un dispositivo de tracción peneana (PTD).
En 2018 el Dr. Terlecki (EE.UU.) publicó un estudio clínico sobre el uso de plasma rico en plaquetas autólogas (PRP) en la enfermedad de Peyronie cuyas conclusiones fueron que el PRP activado o PRFM parece ser un tratamiento seguro y factible, más del 80% de los pacientes mejoró en su grado de curvatura. El PRP se deriva de la centrifugación de la sangre entera. La evidencia sugiere que las plaquetas juegan un papel importante en la reparación de los tejidos, la remodelación vascular y las respuestas inflamatorias e inmunológicas a través de la secreción de factores de crecimiento, citoquinas y quimiocinas. La media de recepción de 2 inyecciones por paciente (rango, 1-8) se colocaron directamente en las placas túnicas bajo la guía de ultrasonido.
La fisiopatología de la enfermedad de Peyronie parece implicar un aumento de la inflamación debido a la alteración de los tejidos, seguido de una cicatrización aberrante de la herida que da lugar a placas fibróticas. Actualmente no existen terapias dirigidas ni a los procesos inflamatorios ni a la cicatrización de heridas aberrantes que causan la EP. Además, las terapias que se centran en la alteración de las placas fibróticas mediante manipulación mecánica o inyección de colagenasa no abordan la cicatrización de la herida o la regeneración del tejido dañado. Teóricamente, la inyección de PRFM podría combinar la interrupción mecánica de la placa, a través de la fractura de la aguja, mientras que simultáneamente neutraliza los procesos inflamatorios destructivos en un esfuerzo por promover una mejor respuesta de curación de la herida y estabilizar la placa alterada.
En 2013 el Dr. Chung (Australia) publicó un estudio científico sobre el mecanismo de acción de los dispositivos de tracción peneana, demostrando que la aplicación de esfuerzos mecánicos modula la función celular a través de la mecano-transducción, un proceso celular que traduce los estímulos mecánicos en una respuesta química que conduce a la activación de la proliferación celular. En 2019 el Dr. Romero-Otero (España) publicó un estudio clínico que demuestra que el uso de un dispositivo de tracción peneana reduce la necesidad de ciclos de colagenasa en pacientes con enfermedad de Peyronie.
El mundo de la urología está avanzando rápidamente y muchas clínicas están comenzando a utilizar esta prometedora terapia combinada de plasma rico en plaquetas con terapia de tracción peneana con la esperanza de cicatrización de heridas y regeneración de tejidos. Se están abriendo nuevas opciones de tratamiento para la enfermedad de Peyronie, con beneficios para pacientes, urólogos y compañías de seguros de salud. La terapia de PRP con PTD es un tratamiento efectivo sin efectos secundarios, fácil de realizar en el consultorio médico y una alternativa económica a otras terapias o cirugías.